Como comenzó todo

Todo comenzó muy temprano aquella clara y soleada mañana del 17 de Setiembre de 1985. Era un día diáfano, perfecto, todo un presagio de la inminente llegada de la primavera.

La ciudad amanecía con la rutina de los últimos días inalterada: se discutía la preparación de un nuevo paro de la CGT (Confederación General del Trabajo) -similar al del 29 de agosto- contra el gobierno de Raúl Alfonsin, y lo que era el tema central en esos días: llegaba a su final el juicio a los militares culpables de violaciones a los Derechos Humanos, que dictatorialmente gobernaron el país hasta el regreso de la democracia en 1983.

Aproximadamente a las 07.00 horas, comienzan a sonar ininterrumpidamente los teléfonos de varias emisoras de radio, televisión y diarios, con los llamados de cientos de personas que desde varios puntos de la ciudad de Buenos Aires y alrededores alertaban sobre la presencia en el cielo de un extraño objeto brillante, inmóvil, que parecía estar situado a gran altura sobre la ciudad.

Inmediatamente la novedad comienza a propagarse por influjo de programas radiales de gran audiencia -tal el caso de "Rapidisimo" de Hector Larrea- que comentan y difunden el hecho, propiciando que sus oyentes se hagan eco de la visión del objeto. Eran de esta forma miles y miles los testigos que se agolpaban en las esquinas, salían de sus casas y comentaban a viva voz el inquietante suceso.

A simple vista (como lo vieron la mayoría de las personas ese día) se advertía un punto brillante estacionado a gran altura, de forma circular y de color blanco brillante que aparentemente permanecía fijo, lanzando cada tanto fogonazos de luz y presentando en ocasiones, un suave movimiento.

Los testimonios gráficos

Muchos de los testigos quisieron tener una visión mucho mas cercana del OVNI y para ello se valieron de largavistas y pequeños telescopios de juguete pero realmente sin mucho éxito.

El objeto se encontraba a una altura tal, que no se podía discernir forma alguna detrás del brillo, el cual al menos dejaba evidenciar para el observador sagaz, la existencia de una superficie que reflejaba los rayos solares.

Esta falta de definición en las fotografías se hizo evidente incluso en las imágenes publicadas por los principales periódicos al día siguiente (derecha, click para ampliar), donde a pesar de haber utilizado cámaras profesionales con importantes teleobjetivos, apenas se aprecia una mancha borrosa o un punto brillante.

A pesar de lo masivo del avistamiento, una de las falencias que posee el caso a nivel documental, es la ausencia de informes detallados de observación y seguimiento del objeto, lo que dificultó enormemente la reconstrucción precisa de los hechos. No obstante, existen honorables excepciones que vale la pena mencionar. Se trata de algunos afortunados aficionados a la astronomía que movidos por la genuina curiosidad y munidos del instrumental adecuado, pudieron obtener los testimonios más precisos y las imágenes mas espectaculares de esa jornada.

Una de las imagenes del objeto, fue justamente obtenida por un astrónomo aficionado: Federico Melvern, residente de la localidad de Lomas de Zamora (sur del Gran Buenos Aires) quien a través de un telescopio Questar de 7 pulgadas de diámetro (reflector) adosado a una cámara Nikkon F con película Fuji de 1600 ASAs, obtuvo la fotografía de la izquierda (click para ampliar).

Como vemos la imagen presenta poca definición, pero aun así nos permite advertir uno de los elementos que le darían especial misterio al caso: una inmensa "columna luminosa" que el objeto presenta en su parte superior, y que según testimonios de diversos testigos poseía una iridiscencia muy particular, similar a la de la soldadura autógena. Aun así, no se podía afirmar en forma concluyente que dicha columna no fuera más que un efecto de refracción de los rayos del sol.

En el mismo sentido que el anterior, el tambien astrónomo Hugo Filori efectuó una detallada observación del misterioso visitante, por espacio de una hora, desde su casa ubicada en la localidad de Don Bosco, tambien al sur de la capital Argentina.

Así Filori nos entrega una minuciosa descripción gráfica de las diferentes particularidades del objeto y su comportamiento. Estas apreciaciones se vuelcan en el esquema que podemos apreciar a la derecha (click para ampliar) publicado al igual que la imagen de Melvern en la revista Cuarta Dimensión.

Otro testimonio de importancia se lo debemos a la detallada crónica de observación efectuada por Ricardo Gómez, quien gracias a su afición desde joven por la astronomía, tuvo la oportunidad ese día de observar el objeto con prismáticos y además con un telescopio de 10 cm de espejo de su propiedad al que le aplicó diferentes oculares, posibilitándole una visión con 30, 90 y 220 aumentos, a lo largo de las casi 4 horas y 40 minutos (desde la 8.45 a las 13.30 horas) que el objeto permaneció en el campo visual de su improvisada atalaya ubicada en 12vo. piso en el barrio de Lugano I y II (suroeste de la Capital Federal).

Cabe destacar que además de ser minucioso y completo, el informe -según su autor- fue redactado minutos después de finalizado el avistamiento por lo cual posee un valor documental doblemente importante al estar libre de agregados y elaboraciones posteriores al hecho.

Por su extensión y debido a que ese informe se encuentra publicado en internet (ver anexo documental), no tiene sentido volcar su contenido aquí.

Algunas singularidades

En las más de 12 horas que el objeto estuvo a la vista, fueron especialmente notables la ausencia de movimientos bruscos, cambios de trayectoria, u otro comportamiento anómalo en su desplazamiento. Claramente poseía una evolución uniforme y constante y solamente presentaba en ocasiones un suave bamboleo hacia los lados. Por ello no es extraño que los primeros intentos de explicación se centraran en la posibilidad de que fuera algún tipo de globo.

Sin embargo, para agregar mas confusión, su aspecto distaba bastante de parecerse a los "globos sondas" utilizados casi a diario por los centros meteorológicos de todo el mundo, pues su forma, su prolongada duración a la vista, su gran visibilidad y esa misteriosa "columna de luz" presente en las imagenes mas detalladas, desafiaban todo lo conocido sobre dichos balones.

Tanto si estabamos frente a un OVNI como frente a un globo, el artefacto presentaba características absolutamente inusuales.